domingo, 18 de noviembre de 2018

Consejos para escribir

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Este pin, si bien no está dirigido principalmente a escritura académica, los consejos igualmente son muy útiles para nosotros, los profesores universitarios.

Crea tu propio método

Más allá del consejo, es muy importante escuchar a los expertos en escritura académica. Hay métodos estudiados en profundidad que permiten lograr una gran eficiencia a la hora de escribir. No está demás priorizar su uso como marco general y dejar nuestro propio método solo para los detalles. La razón es que los profesores, especialmente en Latinoamérica, disponemos de un tiempo muy limitado para ello, dado que nuestra fuente principal de ingresos suele ser una actividad profesional no académica.

Te una disciplina

¿Cuántas veces nos ha pasado que decidimos completar una tesis, escribir un artículo o hacer una ponencia para un congreso, van pasando los días y no avanzamos ni un centímetro? Una forma de contrarrestar esto es elegir días, horarios y lugar fijos para escribir. Para escribir lo que sea, pero escribir.

Lee a los clásicos

En la disciplina a la que me dedico, no suelo encontrar autores dignos de imitar. Sólo los grandes autores, aquellos que se convierten finalmente en clásicos, son el mojón o hito a alcanzar. Lamentablemente, a diferencia de la literatura, los libros científico-técnicos tienden a quedar obsoletos cada vez más rápidamente. Pero los estilos y la forma de exponer los temas son permanentes.

Escribe un diario

Entiéndase por diario a anotar las ideas que se nos va ocurriendo, en el momento en que se nos ocurre. No importa el medio: una libreta, una computadora, un celular, etc. Lo importante es que esas ideas no se nos escapen por siempre.

Confía en tu talento

No se puede escribir sin confianza. Debemos confiar que vamos a lograr lo que nos propongamos. Es posible que no sepamos cómo en este momento, pero debemos confiar que tarde o temprano vamos a encontrar la forma de alcanzar los objetivos. La falta de confianza es una barrera que no permite comenzar a escribir o terminar lo que se ha comenzado.

No te apresures

Nuestra mente tiene sus tiempos y muchas veces no entiende de apuros, especialmente el subconsciente. Hay que tenerle paciencia a esa parte no consciente que se queda trabajando aún cuando estamos tomando un consciente descanso. Esa mente oscura a la que tenemos poco acceso es la que muchas veces nos sopla las mejores ideas. Hacer algo diferente, como ir sin prisa a tomar un vaso de agua, salir al balcón o tomarse cinco minutos para hacer nada, suele ayudar mucho con eso.

No devalúes tu obra

Cometí el error de presentar ponencias de baja calidad a efecto de lograr cumplir el objetivo de publicar. Una de las consecuencias fue pasar momentos desagradables por las fervientes críticas adversas recibidas. Pero la peor de todas es la pérdida de imagen como referente de mi generación sobre cierta temática. Es un grave error privilegiar la cantidad por sobre la calidad.

Sal de casa

No le podemos exigir procesar más allá de sus posibilidades. A diferencia de nuestra computadora, nuestra mente se cansa y se estresa. El cansancio es natural y se combate fácilmente: descansando. La meditación, con cualquier método que utilicemos, puede ayudar mucho. Irse a pasear un buen rato también o hacer una breve siesta, también. Y a tener en cuenta que hacer trabajar una mente cansada genera estrés, lo que hace que padezcamos el proceso de escribir, en vez de disfrutarlo.

Pon en valor tu trabajo

Escribir gratuitamente, como en este blog, puede ser un hobby esporádico. Sin embargo, cuando una tarea nos lleva mucho tiempo, deja de ser un hobby y se transforma en trabajo. Nuestro tiempo y esfuerzo debería ser recompensado, directa o indirectamente. Una compensación directa son la regalías por la venta de nuestro libro. Un ejemplo de compensación indirecta sería la presentación de ponencias que nos abran las puertas a dictar clases de posgrado o dar conferencias.

Seguramente un o más de esos consejos te serán tan útiles como lo fueron para mí.

sábado, 3 de marzo de 2018

El efecto de los mitos en la docencia

Es el turno de presentar un artículo de Luceño acerca de los "neuromitos" entre los profesores. Acá va la lista:

  • Mito 1: los estilos de aprendizaje: "... se puede optimizar el aprendizaje si se presenta la información a través de una modalidad sensorial determinada..." ¡FALSO!
  • Mito 2: "... la dislexia se caracteriza por ver las letras al revés ..." ¡FALSO!
  • Mito 3: "... solo usamos un 10% de nuestra capacidad cerebral..." ¡FALSO!
  • Mito 4: "... las personas usan predominantemente uno de los dos hemisferios cerebrales..." ¡FALSO!
  • Etc.
Creer en mitos sobre la educación puede perjudicar nuestra tarea como docentes. Es importante poder desembarazarse de ellos en nuestra planificaciones de clase.

La educación no es una ciencia, por ahora

Les presento un texto de Carmona Campo, muy interesante en cuanto al análisis de la situación actual de la educación como disciplina. Se pueden encontrar frases como esta, alertándonos acerca de las fórmulas "mágicas":

...la pseudociencia aparece de modo natural en contextos de confusión y ansiedad como estos, de la mano de farsantes y vendedores de crecepelos. Basta acercarse a la estantería de pedagogía de cualquier librería para encontrarse multitud de remedios mágicos para la educación: PNL (Programación Neurolingüística) aplicada a la educación, coaching educativo, mindfulness educativo, pensamiento positivo, etc. 
Y en cuanto a introducir innovaciones en el aula agrega que:

En pedagogía es muy fácil caer en falacias del tipo post hoc, ergo propter hoc, confundir causas con correlaciones o ser presa del efecto Pigmalión...
De tal forma, los buenos resultados de los cambios introducidos quizás se deban a cualquier causa y no necesariamente a la herramienta implementada en sí misma.

Además, se encuentra bien fundamentada esta afirmación:
... la pedagogía bien podría considerarse una técnica y no una ciencia (como en su día la medicina era una técnica...
Para acceder al artículo: Repensar la educación ¿ciencia o técnica?